jueves, 20 de octubre de 2011

ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO

Acidez gástrica

Es una sensación de ardor justo debajo o detrás del esternón y que generalmente proviene del esófago. El dolor suele originarse en el pecho y puede irradiarse hacia el cuello o la garganta.

Causas

Casi todos experimentamos la acidez gástrica algunas veces. Si usted tiene acidez gástrica de manera frecuente y continua, puede estar sufriendo de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Normalmente, cuando el alimento sólido o líquido entra al estómago, una banda de músculos que se encuentra al final del esófago, denominada esfínter esofágico inferior o LES, cierra dicha parte. Si esta banda no logra cerrarse bien, los contenidos del estómago pueden devolverse (reflujo) hacia el esófago. Este material parcialmente digerido puede irritar el esófago, causando acidez y otros síntomas.
Es una sensación de ardor justo debajo o detrás del esternón y que generalmente proviene del esófago. El dolor suele originarse en el pecho y puede irradiarse hacia el cuello o la garganta.
La acidez gástrica es más probable que ocurra si usted tiene una hernia hiatal, que se da cuando la parte superior del estómago protruye hacia arriba dentro de la cavidad torácica. Esto debilita el esfínter esofágico inferior y facilita el reflujo de ácido desde el estómago hacia el esófago.
El embarazo y muchos medicamentos pueden causar acidez gástrica o empeorarla.
Los fármacos que pueden causar acidez gástrica abarcan:
  • Anticolinérgicos (por ejemplo, para el mareo).
  • Bloqueadores Beta para la presión alta o para la cardiopatía.
  • Bloqueadores de los canales de calcio para la hipertensión arterial.
  • Fármacos similares a la dopamina para el mal de Parkinson.
  • Progestágeno utilizado para el sangrado menstrual anormal o como anticonceptivo.
  • Sedantes para la ansiedad o si usted no puede dormir (insomnio).
  • Teofilina (para el asma y otras enfermedades pulmonares).
  • Antidepresores tricíclicos.
Si usted piensa que alguno de los medicamentos puede estar causando acidez, hable con el médico. NUNCA cambie ni suspenda medicamentos que tome con regularidad sin hablar con el médico.

Cuidados en el hogar

Trate la acidez gástrica, en especial si siente síntomas con frecuencia. Con el tiempo, el reflujo puede dañar el recubrimiento del esófago y ocasionar problemas serios. La buena noticia es que el hecho de hacer cambios en sus hábitos puede ayudar a prevenir la acidez gástrica y otros síntomas de la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE).
Los siguientes consejos le ayudarán a evitar la acidez gástrica y otros síntomas de enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE). Si estas medidas no funcionan, hable con el médico.
Primero, evite los alimentos y bebidas que puedan desencadenar el reflujo, tales como:
  • Alcohol
  • Cafeína
  • Bebidas carbonatadas
  • Chocolate
  • Jugos y frutas cítricas
  • Menta y yerbabuena
  • Alimentos condimentados o grasos; productos lácteos ricos en grasa
  • Tomates y salsas de tomate
Luego, ensaye cambiando los hábitos alimentarios.
  • Evite agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer.
  • Evite comer o recostarse entre 3 a 4 horas antes de irse a dormir. Acostarse lleno hace que los contenidos del estómago ejerzan más presión sobre el esfínter esofágico inferior (LES).
  • Ingiera comidas pequeñas.
Haga otros cambios en el estilo de vida de acuerdo con sus necesidades:
  • Evite el uso de correas apretadas o vestimentas alrededor de la cintura, debido a que estos aprietan el estómago y pueden forzar los alimentos a devolverse.
  • Baje de peso, si tiene sobrepeso, ya que la obesidad aumenta la presión abdominal, lo cual puede hacer que los contenidos del estómago se devuelvan al esófago. En algunos casos, los síntomas de la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) desaparecen después de que una persona con sobrepeso pierde de 10 a15 libras.
  • Duerma con la cabeza levantada unos 15 cm (6 pulgadas), ya que cuando se duerme con la cabeza a un nivel más alto que el estómago se reduce la posibilidad de que los alimentos digeridos se devuelvan al esófago. Coloque libros, ladrillos o bloques de manera segura debajo de las patas de la cama en la parte de la cabecera o ponga una almohada en forma de cuña debajo del colchón. Dormir con almohadas extra NO funciona bien para aliviar el reflujo o la acidez, debido a que usted se puede salir de las almohadas durante la noche.
  • Deje de fumar. Los químicos en el humo del cigarrillo debilitan el esfínter esofágico inferior (LES).
  • Reduzca el estrés. Ensaye con yoga, tai chi o meditación.


Esofagitis

Es un término general para cualquier inflamación, irritación o hinchazón del esófago, el tubo que va desde la parte posterior de la boca hasta el estómago.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Con frecuencia, la esofagitis es causada por el reflujo de líquido que contiene ácido desde el estómago hacia el esófago, una afección llamada reflujo gastroesofágico. Un trastorno autoinmunitario llamado esofagitis eosinofílica también causa esta afección.
Los siguientes factores incrementan el riesgo de esofagitis:
  • Consumo de alcohol
  • Consumo de cigarrillo
  • Cirugía o radiación en el pecho (por ejemplo, el tratamiento para el cáncer pulmonar)
  • Tomar ciertos medicamentos sin mucha agua, especialmente alendronato, tetraciclina, doxiciclina y vitamina C
  • Vómitos
Las personas con sistemas inmunitarios debilitados debido al VIH y ciertos medicamentos (como los corticosteroides) pueden presentar infecciones que llevan a esofagitis.
La infección esofágica puede deberse a hongos, levaduras u hongos levaduriformes (especialmente candidiasis) o virus, como el herpes o el citomegalovirus.

Síntomas

La infección o irritación puede hacer que el esófago resulte inflamado y se pueden formar úlceras. Los síntomas pueden abarcar:
  • Dificultad para deglutir
  • Deglución dolorosa
  • Acidez gástrica (reflujo de ácido)
  • Ronquera
  • Dolor de garganta

Signos y exámenes

El médico puede llevar a cabo los siguientes exámenes:
  • Tránsito esofagogastroduodenal (esofagografía)
  • Extracción de un pedazo de tejido del esófago para su análisis (biopsia)

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa específica. La enfermedad del reflujo puede requerir el uso de medicamentos para reducir el ácido y las infecciones necesitarán el uso de antibióticos.

Expectativas (pronóstico)

Los problemas que causan esofagitis por lo general responden al tratamiento.

Complicaciones

Sin tratamiento, la esofagitis puede causar molestia intensa y cicatrización final (estrechamiento) del esófago. Esto puede provocar dificultad para deglutir alimentos o medicamentos.
Después de años de reflujo gastroesofágico, se puede presentar una afección llamada síndrome de Barrett que, en raras ocasiones, puede llevar a cáncer del esófago.


Gastritis

La gastritis ocurre cuando el revestimiento del estómago resulta hinchado o inflamado.
La gastritis puede durar sólo por un corto tiempo (gastritis aguda) o perdurar durante meses o años (gastritis crónica).

Causas, incidencia y factores de riesgo

Las causas más comunes de gastritis son:
  • Ciertos medicamentos como ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno o naproxeno, cuando se toman por mucho tiempo.
  • Tomar demasiado alcohol.
  • Infección del estómago con una bacteria llamada Helicobacter pylori.
Las causas menos comunes son:
  • Trastornos autoinmunitarios (como anemia perniciosa).
  • Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar).
  • Consumo de cocaína.
  • Ingerir o beber sustancias corrosivas o cáusticas (como venenos).
  • Estrés extremo.
  • Infección viral, como citomegalovirus y el virus del herpes simple, especialmente en personas con un sistema inmunitario débil.
Un traumatismo o una enfermedad repentina y grave, como una cirugía mayor, insuficiencia renal o el hecho de estar con un respirador pueden causar gastritis.

Síntomas

Muchas personas con gastritis no tienen ningún tipo de síntomas.
Los síntomas que se pueden notar son:
  • Inapetencia.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen.
Si la gastritis está causando sangrado del revestimiento del estómago, los síntomas pueden abarcar:
  • Heces negras.
  • Vómitos con sangre o material con aspecto de cuncho de café.

Signos y exámenes

Los exámenes que se puede necesitar abarcan:
  • Conteo sanguíneo completo (CSC) para buscar anemia o hemograma bajo.
  • Examen del estómago con un endoscopio (esofagogastroduodenoscopia o EGD).
  • Exámenes para H. pylori.
  • Examen coprológico para buscar pequeñas cantidades de sangre en las heces, lo cual puede ser un signo de hemorragia digestiva.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa específica. Algunas de las causas desaparecerán con el tiempo.
Usted posiblemente necesite dejar de tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno, naproxeno u otros medicamentos que puedan estar causando la gastritis, pero sólo después de hablar con su médico.
Puede emplear otros fármacos de venta libre y recetados que disminuyan la cantidad de ácido en el estómago, tales como:
  • Antiácidos.
  • Antagonistas H2: famotidina (Pepsid), cimetidina (Tagamet), ranitidina (Zantac) y nizatidina (Axid).
  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP): omeprazol (Prilosec), esomeprazol (Nexium), iansoprazol (Prevacid), rabeprazol (AcipHex) y pantoprazol (Protonix).
Se pueden emplear antiácidos para tratar la gastritis crónica causada por infección con la bacteria Helicobacter pylori.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico depende de la causa, pero generalmente es bueno.

Complicaciones

Las posibles complicaciones son hemorragia y aumento del riesgo de cáncer gástrico.









Úlcera péptica

Es una erosión en el revestimiento del estómago o la primera parte del intestino delgado, un área llamada el duodeno.
Si la úlcera péptica está localizada en el estómago, se llama úlcera gástrica.

Causas

Normalmente, el revestimiento del estómago y del intestino delgado está protegido contra los ácidos irritantes producidos en el estómago. Si este revestimiento protector deja de funcionar correctamente y se rompe, ocasiona inflamación (gastritis) o una úlcera.
La mayoría de las úlceras ocurren en la primera capa del revestimiento interior. Un orificio que atraviesa por completo el estómago o el duodeno se llama perforación y es una emergencia médica.
La causa más común de este daño es una infección del estómago por la bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori), que la mayoría de las personas con úlceras pépticas tienen viviendo en su tracto gastrointestinal. Sin embargo, muchas personas que tienen esta bacteria en su estómago no desarrollan una úlcera.
Los siguientes factores también aumentan el riesgo de padecer úlceras pépticas:
  • Tomar demasiado alcohol
  • Uso regular de ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno o naproxeno u otros antinflamatorios no esteroides (AINES). Tomar ácido acetilsalicílico o AINES de vez en cuando es seguro para la mayoría de las personas.
  • Fumar cigarrillo o masticar tabaco
  • Estar muy enfermo, como estar con un respirador
  • Tratamientos de radiación

Síntomas

Las úlceras pequeñas pueden no causar ningún síntoma. Algunas úlceras pueden causar sangrado serio.
El dolor abdominal es un síntoma común, pero no siempre se presenta, y puede diferir mucho de una persona a otra.
  • Sensación de llenura: incapaz de beber mucho líquido
  • Hambre y una sensación de vacío en el estómago, a menudo de 1 a 3 horas después de una comida
  • Náuseas leves (el vómito puede aliviar el síntoma)
  • Dolor o molestia en la parte superior del abdomen
  • Dolor abdominal alto que lo despierta en la noche
Otros posibles síntomas abarcan:
  • Heces negras y pegajosas o con sangre
  • Dolor torácico
  • Fatiga
  • Vómitos, posiblemente con sangre
  • Pérdida de peso

Pruebas y exámenes

Para diagnosticar una úlcera, el médico ordenará uno de los siguientes exámenes:
  • Una esofagogastroduodenoscopia (EGD) es un examen especial llevado a cabo por un gastroenterólogo, en el cual se inserta un tubo delgado con una cámara en su extremo a través de la boca hasta el tracto gastrointestinal para mirar el estómago y el intestino delgado. Durante el procedimiento, el médico puede tomar una biopsia de la pared del estómago para analizar si hay H. pylori.
  • El tránsito esofagogastroduodenal consiste en una serie de radiografías que se toman después de que uno ingiere una sustancia espesa llamada bario.
El médico también puede ordenar estos exámenes:
  • Examen de hemoglobina en la sangre para verificar si hay anemia
  • Guayacol en heces para verificar si hay sangre en las heces

Tratamiento

El tratamiento implica una combinación de medicamentos para eliminar la bacteria H. pylori (si está presente) y reducir los niveles de ácidos en el estómago. Esta estrategia le permite a la úlcera sanar y disminuye la posibilidad de que reaparezca.
Tome todos los medicamentos exactamente como se los prescriben.
Si usted tiene una úlcera péptica con una infección por Helicobacter pylori, el tratamiento estándar utiliza diferentes combinaciones de los siguientes medicamentos por 5 a 14 días.
  • Dos antibióticos diferentes para eliminar la Helicobacter pylori, como claritromicina (Biaxin), amoxicilina, tetraciclina o metronidazol (Flagyl)
  • Inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol (Prilosec), lansoprazol (Prevacid) o esomeprazol (Nexium)
  • El bismuto (principal ingrediente en Pepto-Bismol) se puede agregar para ayudar a destruir las bacterias
Si usted tiene una úlcera péptica sin una infección con Helicobacter pylori o una causada por tomar ácido acetilsalicílico o AINE, el médico probablemente le prescribirá un inhibidor de la bomba de protones durante más o menos 8 semanas.
También se le puede prescribir este tipo de medicamento si tiene que seguir tomando ácido acetilsalicílico (aspirin ) o AINE por otros problemas de salud.
Si una úlcera péptica sangra mucho, se puede necesitar una EGD para detener el sangrado. Se puede requerir cirugía si el sangrado no se puede detener con una EGD o si la úlcera ha causado una perforación.

Pronóstico

Las úlceras pépticas tienden a reaparecer sin tratamiento. Si usted sigue las instrucciones de tratamiento dadas por el médico y se toma todos los medicamentos de acuerdo con las indicaciones, la infección por Helicobacter pylori se curará y tendrá muchas menos probabilidades de desarrollar otra úlcera.

Posibles complicaciones

  • Sangrado dentro del cuerpo (sangrado interno)
  • Obstrucción de la salida gástrica
  • Inflamación del tejido que recubre la pared del abdomen (peritonitis)
  • Perforación del estómago y los intestinos


Hernia de hiato

Es una afección en la cual una porción del estómago sobresale dentro del tórax, a través de un orificio que se encuentra ubicado en el diafragma, la capa muscular que separa el tórax del abdomen y que se utiliza en la respiración. 

Causas

Se desconoce la causa de este tipo de hernias, pero puede ser el resultado del debilitamiento del tejido de soporte. En los adultos, puede existir una serie de factores de riesgo tales como el envejecimiento, la obesidad y el consumo del cigarrillo.
Los niños con esta afección por lo general nacen con ella (congénita) y a menudo está asociada con reflujo gastroesofágico en bebés.
Las hernias de hiato son muy comunes, especialmente en personas mayores de 50 años y pueden ocasionar reflujo (regurgitación) del ácido gástrico desde el estómago al esófago.

Síntomas

  • Dolor torácico
  • Acidez gástrica que empeora al agacharse o acostarse
  • Dificultad para deglutir
Una hernia de hiato en sí rara vez presenta síntomas. El dolor y la molestia generalmente se deben al reflujo del ácido gástrico, el aire o la bilis. El reflujo sucede más fácilmente cuando hay una hernia hiatal, aunque una hernia de este tipo no es la única causa de reflujo.

Pruebas y exámenes

  • Esofagografía
  • Esofagogastroduodenoscopia (EGD)

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones.
La reducción de la regurgitación de los contenidos estomacales hacia el esófago (reflujo gastroesofágico) aliviará el dolor. Asimismo, se pueden prescribir medicamentos para neutralizar la acidez estomacal, disminuir la producción de ácido o fortalecer el esfínter esofágico inferior (el músculo que impide que el ácido se represe en el esófago).
Otras medidas para reducir los síntomas abarcan:
  • Evitar las comidas pesadas o abundantes
  • Nunca acostarse ni agacharse inmediatamente después de una comida
  • Bajar de peso y dejar de fumar
Si no se logra controlar los síntomas con estas medidas, o si se presentan complicaciones, puede ser necesaria una reparación quirúrgica de la hernia.






Enfermedad por reflujo gastroesofágico

Es una afección en los contenidos estomacales (alimento o líquido) se devuelven desde el estómago hacia el esófago, el conducto que va desde la boca hasta el estómago. Esta acción puede irritar el esófago, causando acidez y otros síntomas.

Causas

Cuando usted come, el alimento pasa desde la garganta hasta el estómago a través del esófago (también llamado el conducto del alimento o el tubo de deglución). Una vez que el alimento está en el estómago, un anillo de fibras musculares impide que el alimento se devuelva hacia el esófago. Estas fibras musculares se denominan esfínter esofágico inferior o EEI.
Si este músculo del esfínter no cierra bien, el alimentos, el líquido y el ácido gástrico pueden devolverse hacia el esófago, lo cual se denomina reflujo o reflujo gastroesofágico. Este reflujo puede causar síntomas o incluso dañar el esófago.
Entre los factores de riesgo para el desarrollo del reflujo están una hernia de hiato (una afección en la cual parte del estómago pasa por encima del diafragma, el músculo que separa el tórax de la cavidad abdominal), el embarazo y la esclerodermia.
La obesidad, el cigarrillo y posiblemente el alcohol también incrementan la probabilidad de ERGE.
La acidez gástrica y el reflujo gastroesofágico se pueden producir o empeorar por el embarazo y por muchos diversos medicamentos. Tales fármacos abarcan:
  • Anticolinérgicos (por ejemplo, para el mareo)
  • Betabloqueadores para la hipertensión arterial o la cardiopatía
  • Broncodilatadores para el asma
  • Bloqueadores de los canales del calcio para la hipertensión arterial
  • Fármacos dopaminérgicos para el mal de Parkinson
  • Progestágeno para el sangrado menstrual anormal o el control natal
  • Sedantes para el insomnio o la ansiedad
  • Antidepresivos tricíclicos
Si usted sospecha que uno de los medicamentos le puede estar causando acidez gástrica, hable con el médico. Nunca cambie ni suspenda un medicamento que usted tome regularmente sin hablar con el médico.

Síntomas

Los síntomas más comunes son:
  • Sentir que el alimento se puede quedar atrapado detrás del esternón
  • Acidez gástrica o dolor urente en el pecho (bajo el esternón) que:
    • aumenta al agacharse, inclinar el cuerpo, acostarse o comer
    • es más probable o peor en la noche
    • se alivia con antiácidos
  • Náuseas después de comer
Los síntomas menos comunes son:
  • Tos o sibilancias
  • Dificultad para deglutir
  • Hipo
  • Ronquera o cambios de voz
  • Regurgitación del alimento
  • Dolor de garganta

Pruebas y exámenes

Tal vez no se necesite ningún examen si los síntomas no son graves.
Si los síntomas son graves o reaparecen después de haber recibido tratamiento, uno o más exámenes pueden ayudar a diagnosticar el reflujo o cualquier complicación:
  • A menudo se emplea una esofagogastroduodenoscopia (EGD) para identificar la causa y examinar el esófago (tubo de la deglución) en busca de daño. El médico introduce una sonda delgada con una cámara en el extremo a través de la boca. La sonda se pasa luego hacia el esófago, el estómago y el intestino delgado.
  • Esofagografía
  • Control del pH esofágico continuo
  • Manometría esofágica
Con un examen de sangre oculta en heces positivo se puede diagnosticar sangrado a partir de la irritación en el esófago.

Tratamiento

Para prevenir la acidez gástrica, evite los alimentos y bebidas que pueden desencadenar los síntomas. Para muchas personas, éstos incluyen:
  • El alcohol
  • La cafeína
  • Las bebidas carbonatadas
  • El chocolate
  • Los jugos y frutas cítricas
  • Los tomates
  • Las salsas de tomate
  • Los alimentos picantes o grasos
  • Los productos lácteos ricos en grasa
  • La menta
  • Una variedad de menta
Si otros alimentos le causan regularmente acidez gástrica, evítelos también.
Se pueden utilizar antiácidos de venta libre después de las comidas y a la hora de acostarse, aunque no duran mucho tiempo. Los efectos secundarios comunes de los antiácidos abarcan diarrea o estreñimiento.
Las operaciones antirreflujo (fundoplicatura de Nissen y otras) pueden ser una opción para pacientes cuyos síntomas no desaparecen con cambios en el estilo de vida y fármacos. La acidez gástrica y otros síntomas deben mejorar después de la cirugía, pero aún puede ser necesario que tome medicamentos para la acidez. Igualmente, hay terapias nuevas para el reflujo que se pueden llevar a cabo por medio de un endoscopio (sonda flexible que se pasa a través de la boca hasta el estómago).



Enfermedades del colon

El colon, también llamado intestino grueso, es parte de su sistema digestivo. Es un tubo largo y hueco que se encuentra al final del sistema digestivo, en el cual el cuerpo produce y almacena las heces. Existen muchos trastornos que pueden afectar su capacidad para funcionar adecuadamente. Entre ellos:
  • Cáncer colorrectal
  • Pólipos del colon: crecimientos de tejido en el colon que pueden hacerse cancerosos
  • Colitis ulcerativa: úlceras en el colon y el recto
  • Diverticulitis: inflamación o infección de pequeños sacos o divertículos en el colon
  • Síndrome del intestino irritable: un cuadro molesto que causa cólicos abdominales y otros síntomas
El tratamiento de las enfermedades de colon varía ampliamente dependiendo de la enfermedad y su severidad. Puede incluir dieta, medicinas y, en algunos casos, la cirugía.


Diverticulitis

Se trata de pequeñas bolsas o sacos del revestimiento interno de los intestinos (diverticulosis) que protruyen y resultan inflamados o infectados. Con mucha frecuencia, estas bolsas se encuentran en el intestino grueso (colon).

Causas, incidencia y factores de riesgo

Nadie sabe exactamente qué causa la formación de las bolsas o sacos de diverticulosis. Consumir una dieta baja en fibra es una de las causas más probables.
Las personas que comen principalmente alimentos procesados, como muchos estadounidenses, no obtienen la fibra suficiente en su dieta. Los alimentos procesados abarcan arroz blanco, pan blanco, la mayoría de los cereales para el desayuno, galletas y rosquillas.
Como resultado, es más probable que se presenten estreñimiento y heces duras, lo cual lleva a que la gente tenga que hacer esfuerzo con las deposiciones. Esto aumenta la presión en el colon o los intestinos y puede causar la formación de estas bolsas.
La diverticulosis es muy común; se encuentra en más de la mitad de los estadounidenses mayores de 60 años y sólo un pequeño porcentaje de estas personas desarrollará diverticulitis.
La diverticulitis es causada por pequeños pedazos de heces (materia fecal) que quedan atrapados en estas bolsas, ocasionando infección o inflamación.

Síntomas

Las personas con diverticulosis con frecuencia no tienen ningún síntoma, pero pueden presentar distensión y cólicos en la parte baja del abdomen. En muy pocas ocasiones, ellas pueden notar sangre en las heces o en el papel higiénico.
Los síntomas de diverticulitis son más graves y con frecuencia empiezan repentinamente, pero pueden empeorar durante unos días. Ellos abarcan:
  • Sensibilidad, generalmente en el lado inferior izquierdo del abdomen.
  • Distensión o gases.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de peso.
  • No sentir hambre y no comer.

Signos y exámenes

El médico lo examinará. Se pueden ordenar exámenes de sangre para ver si usted tiene una infección.
Otros exámenes que ayudan a diagnosticar la diverticulosis pueden abarcar:
  • Tomografía computarizada
  • Ecografía abdominal
  • Radiografía del abdomen

Tratamiento

El tratamiento de la diverticulosis depende de la gravedad de los síntomas. Algunas personas posiblemente necesiten estar en el hospital, pero por lo regular usted puede tratar este problema en casa.
Para ayudar con el dolor, su médico puede sugerirle que:
  • Descanse en la cama y posiblemente use una almohadilla térmica en el abdomen.
  • Tome analgésicos (pregúntele al médico cuáles debe usar).
  • Beba sólo líquidos durante uno o dos días y luego lentamente empiece a tomar líquidos más espesos y luego ingiera alimentos.
El médico puede tratarlo con antibióticos.
Después de que usted mejore, el médico le sugerirá que le agregue más fibra a su alimentación y que evite ciertos alimentos. Comer más fibra puede ayudarle a prevenir ataques futuros. Si usted tiene distensión o gases, reduzca la cantidad de fibra que come durante unos días.
Una vez que estas bolsas se hayan formado, usted las tendrá de por vida. Si hace unos cambios simples en su estilo de vida, posiblemente no tenga diverticulosis de nuevo.
Algunos alimentos pueden hacer empeorar sus síntomas:
  • EVITE los frijoles y los guisantes, los granos gruesos, el coco, el maíz o las palomitas de maíz, las frutas deshidratadas, las cáscaras en las verduras y frutas, los tomates, las fresas, los encurtidos y los pepinos.
  • Pregúntele al médico con respecto a comer nueces o semillas.
  • No beba demasiado café, té o alcohol, ya que pueden empeorar el estreñimiento.

Expectativas (pronóstico)

Generalmente, se trata de una afección leve que responde bien al tratamiento. Algunas personas tendrán más de un episodio de diverticulitis.


Cálculos biliares

Son depósitos duros y similares a cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar. Estos cálculos pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf.

Causas

La causa de los cálculos biliares varía. Hay dos tipos principales de estos cálculos:
  • Cálculos compuestos de colesterol, los cuales son de lejos el tipo más común. Estos cálculos de colesterol no tienen nada que ver con los niveles de colesterol en la sangre.
  • Cálculos compuestos de demasiada bilirrubina en la bilis. La bilis es un líquido que se produce en el hígado y que le ayuda al cuerpo a digerir las grasas. La bilis está compuesta de agua, colesterol, sales biliares y otros químicos, como bilirrubina. Estos cálculos se denominan pigmentarios.
Los cálculos biliares son más frecuentes en las mujeres, indígenas estadounidenses y otros grupos étnicos y personas mayores de 40 años de edad. Estos cálculos también pueden ser hereditarios.
Los siguientes factores también pueden hacerlo a uno más propenso a la formación de cálculos biliares:
  • Insuficiencia de la vesícula biliar para vaciar la bilis apropiadamente, lo cual es más probable que suceda durante el embarazo.
  • Afecciones médicas que provocan que el hígado produzca demasiada bilirrubina, como anemia hemolítica crónica, incluyendo anemia drepanocítica.
  • Cirrosis hepática e infecciones de las vías biliares (cálculos pigmentarios)
  • Diabetes
  • Trasplante de médula ósea o de órganos sólidos
  • Pérdida rápida de peso, particularmente consumir una dieta muy baja en calorías
  • Recibir nutrición a través de una vena por tiempo prolongado (alimentaciones intravenosas)

Síntomas

Muchas personas con cálculos biliares nunca han tenido ningún síntoma. Los cálculos biliares con frecuencia se descubren cuando se toman radiografías de rutina, en una cirugía abdominal u otro procedimiento médico.
Sin embargo, si un cálculo grande bloquea el conducto cístico o el conducto colédoco (llamado coledocolitiasis), se puede presentar un dolor de tipo cólico desde la mitad hasta la parte superior derecha del abdomen, lo cual se conoce como cólico biliar. El dolor desaparece si el cálculo pasa hacia la primera parte del intestino delgado (el duodeno).
Los síntomas que se pueden presentar abarcan:
  • Dolor en la parte superior derecha o media del abdomen que:
    • desaparece o retorna
    • puede ser agudo, tipo calambre o sordo
    • puede irradiarse a la espalda o debajo del omóplato derecho
    • se presenta pocos minutos después de una comida
  • Fiebre
  • Coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los ojos (ictericia)
Los síntomas adicionales que pueden estar asociados con esta enfermedad comprenden:
  • Llenura abdominal
  • Heces color arcilla
  • Náuseas y vómitos
Es importante acudir a un médico si usted tiene síntomas de cálculos biliares. Estos cálculos se encuentran en muchas personas con cáncer de la vesícula.

Pruebas y exámenes

Los exámenes para detectar la presencia de cálculos biliares o inflamación de la vesícula biliar abarcan:
  • Ecografía abdominal
  • Tomografía computarizada abdominal
  • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)
  • Gammagrafía de la vesícula biliar con radionúclidos
  • Ecografía endoscópica
  • Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM)
  • Colangiografía transhepática percutánea (CTHP)

Tratamiento

Algunas personas tienen cálculos biliares y nunca han tenido ningún síntoma. Es posible que no se encuentren cálculos biliares hasta que se haga una ecografía por otra razón. La cirugía puede no ser necesaria a menos que empiecen los síntomas.
En general, los pacientes que tengan síntomas necesitarán cirugía ya sea inmediatamente o después de un corto período de tiempo.
  • En el pasado, la colecistectomía abierta (extirpación de la vesícula biliar) era el procedimiento usual para los casos sin complicaciones. Sin embargo, ahora se realiza con menos frecuencia.
  • En la actualidad, se utiliza con mayor frecuencia una técnica llamada colecistectomía laparoscópica. En este procedimiento, se utilizan incisiones quirúrgicas más pequeñas que permiten una recuperación más rápida. A los pacientes puede dárseles el alta del hospital el mismo día de la cirugía o a la mañana siguiente.
Se pueden llevar a cabo una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y un procedimiento llamado esfinterotomía para localizar o tratar cálculos biliares en el conducto colédoco.

Medicamentos

Se pueden administrar medicamentos llamados ácidos quenodesoxicólicos (AQDC) o ácido ursodesoxicólico (AUDC, ursodiol ) para disolver los cálculos de colesterol. Sin embargo, pueden tardar dos años o más en hacer efecto y los cálculos pueden retornar después de que el tratamiento termine.
En raras ocasiones, se introducen químicos dentro de la vesícula biliar a través de un catéter. El químico disuelve rápidamente los cálculos de colesterol. Este tratamiento no se utiliza con mucha frecuencia, debido a que es difícil de llevar a cabo, los químicos pueden ser tóxicos y los cálculos biliares pueden reaparecer.

Litotricia

La litotricia electrohidráulica por ondas de choque (ESWL, por sus siglas en inglés ) de la vesícula biliar también se ha utilizado para pacientes seleccionados que no puedan tener una cirugía. Dado que los cálculos biliares a menudo reaparecen en muchos pacientes, este tratamiento ya no se utiliza con mucha frecuencia.


Diabetes

Es una enfermedad crónica (de por vida) en la cual hay altos niveles de azúcar en la sangre.

Causas

La insulina es una hormona producida por el páncreas para controlar el azúcar en la sangre. La diabetes puede ser causada por muy poca producción de insulina, resistencia a ésta o ambas.
Para comprender la diabetes, es importante entender primero el proceso normal por medio del cual el alimento se descompone y es empleado por el cuerpo para obtener energía. Varias cosas suceden cuando se digiere el alimento:
  • Un azúcar llamado glucosa, que es fuente de energía para el cuerpo, entra en el torrente sanguíneo.
  • Un órgano llamado páncreas produce la insulina, cuyo papel es transportar la glucosa del torrente sanguíneo hasta los músculos, la grasa y las células hepáticas, donde puede utilizarse como energía.
Las personas con diabetes presentan hiperglucemia, debido a que su cuerpo no puede movilizar el azúcar hasta los adipocitos, hepatocitos y células musculares para almacenarse como energía. Esto se debe a que cualquiera:
  • El páncreas no produce suficiente insulina
  • Sus células no responden de manera normal a la insulina
  • Todas las razones anteriores
Hay tres grandes tipos de diabetes. Las causas y los factores de riesgo son diferentes para cada tipo:
  • Diabetes tipo 1: puede ocurrir a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en los niños, los adolescentes o adultos jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina y se necesitan inyecciones diarias de esta hormona. La causa exacta se desconoce.
  • Diabetes tipo 2: corresponde a la mayoría de los casos de diabetes. Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque ahora se está diagnosticando en adolescentes y adultos jóvenes debido a las altas tasas de obesidad. Muchas personas con este tipo de diabetes no saben que padecen esta enfermedad.
  • Diabetes gestacional: es el azúcar alto en la sangre que se presenta en cualquier momento durante el embarazo en una mujer que no tiene diabetes.

Síntomas

Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar diversos síntomas, como:
  • Visión borrosa
  • Sed excesiva
  • Fatiga
  • Micción frecuente
  • Hambre
  • Pérdida de peso
Debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con niveles altos de glucemia son completamente asintomáticas.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 se desarrollan en un período de tiempo corto y las personas pueden estar muy enfermas para el momento del diagnóstico.

Pruebas y exámenes

Se puede utilizar un análisis de orina para buscar hiperglucemia; sin embargo, una prueba de orina sola no diagnostica diabetes.
El médico puede sospechar que usted tiene diabetes si su azúcar en la sangre es superior a 200 mg/dL. Para confirmar el diagnóstico, se deben hacer uno o más de los siguientes exámenes:
Exámenes de sangre:
  • Glucemia en ayunas: se diagnostica diabetes si el resultado es mayor de 126 mg/dL en dos oportunidades. Los niveles entre 100 y 126 mg/dL se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Dichos niveles se consideran factores de riesgo para la diabetes tipo 2.
  • Examen de hemoglobina A1c:
    • Normal: menos de 5.7%
    • Prediabetes: entre 5.7% y 6.4%
    • Diabetes: 6.5% o superior
  • Prueba de tolerancia a la glucosa oral: se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa es superior a 200 mg/dL luego de 2 horas (esta prueba se usa con mayor frecuencia para la diabetes tipo 2).
Las pruebas de detección para diabetes tipo 2 en personas asintomáticas se recomiendan para:
  • Niños obesos que tengan otros factores de riesgo para diabetes, comenzando a la edad de 10 años y repitiendo cada dos años.
  • Adultos con sobrepeso (IMC superior a 25) que tengan otros factores de riesgo.
  • Adultos de más de 45 años, repitiendo cada tres años.

Tratamiento

No existe cura para la diabetes. El tratamiento consiste en medicamentos, dieta y ejercicio para controlar el azúcar en la sangre y prevenir síntomas y problemas.
Para mayor información sobre cómo cuidar de la diabetes, ver también los artículos:
  • Dieta para la diabetes
  • Cuidado de los pies en diabéticos
  • Diabetes tipo 1
  • Diabetes tipo 2

Posibles complicaciones

Las complicaciones de emergencia abarcan:
  • Coma diabético hiperosmolar hiperglucémico
  • Cetoacidosis diabética
Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios:
  • Usted podría tener problemas oculares, como dificultad para ver (especialmente por la noche) y sensibilidad a la luz. Usted podría quedar ciego.
  • Sus pies y su piel pueden desarrollar úlceras e infecciones. Después de mucho tiempo, su pie o pierna posiblemente necesite amputación. La infección también puede causar dolor y picazón en otras partes del cuerpo.
  • La diabetes puede dificultar el control de la presión arterial y el colesterol. Esto puede llevar a un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular u otros problemas. Puede resultar difícil que la sangre circule a sus piernas y pies.
  • Los nervios en su cuerpo pueden sufrir daño, causando dolor, picazón y pérdida de la sensibilidad.
  • Debido al daño a los nervios, usted podría tener problemas para digerir el alimento que come y podría sentir debilidad o tener problemas para ir al baño. El daño a los nervios también puede dificultar la erección en los hombres.
  • El azúcar alto en la sangre y otros problemas pueden llevar a daño renal. Sus riñones podrían no trabajar igual de bien y pueden incluso dejar de funcionar.


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